A menudo escuchamos a los adultos decir que los chicos de ahora se comportan como grandes.
Que no juegan como jugábamos nosotros. Puede ser que esto sea verdad. O puede ser que todavía no los hayan visto jugar verdaderamente.
El viernes pasado, "Carlota y Esther Edith Estensoro" -críticas gastronómicas de la prestigiosa revista "La tostada de plata", visitaron el restaurant que abrieron Lucas, Nico y Bruno. El menú era por demás variado y la atención esmeradísima. Promociones que incluían hasta mascotas-ya vacunadas- de regalo. Comimos pescado, sandwiches de hamburguesas de pollo y carne de vaca juntas. Naranjas de postre. Jugos y vino negro -como le dicen al tinto estos representantes de la cocina moderna. La cerveza, atención de la casa.
A los 11, a los 10, y cuando se es adulto también, el juego se convierte en una fractura donde la fantasía se cuela entre la realidad. Donde la imaginación nos pone a reír con las ideas más disparatadas -que como en los sueños- se acomodan a la lógica de las historias sin más esfuerzo que el de creer que es posible.
Fueron tres chicos de estos tiempos jugando a ser otros siendo ellos mismos. Vistiendo delantal de cocina, hablando con lenguaje de canal Gourmet. Esmerándose para que las críticas los evaluaran con las mejores notas. Mostraron todos los buenos modales que aprendieron hasta ahora. Se esforzaron, se divirtieron y el tiempo, una vez más se nos pasó volando.
Cuando los adultos los dejan, los chicos de ahora también juegan y se divierten como lo que son: niños.
Nico nos escribió a nuestra casilla de correo:
ResponderBorrarHola chicas me encanto a mi tambien lo del viernes para este tengo un motonasisimo de ideas.
Besos
nico
Pds: les mando fotos de mis mascotas.